lunes, 7 de noviembre de 2011

noviembre.

Noviembre es un mes nostálgico.
Recuerdo tus labios posando todo su amor en los míos. Llenando el ambiente de chispas románticas y pasionales que entraban dentro de mí, que no han vuelto a escapar y que todos los días me despiertan diciéndome que esperan que otro momento como aquel se vuelva a repetir.

 Fue tan bonito que ni ellas ni yo te olvidamos y te necesitamos tanto, que a veces nos cuesta arrancar para empezar un nuevo día, que a veces nos cuesta sonreír porque no estás a nuestro lado, queriéndonos un poco y hablando con nosotras de las nimiedades de la vida, o de las cosas más importantes que surgen dentro de ti. Es tanto ese sentimiento que fluye dentro de nosotras que de vez en cuando nos estancamos en ese momento y no salimos de él porque creemos no volver a repetir algo como aquello con nadie más. Sabemos lo exageradas que podemos llegar a ser, pero las chispas necesitan corriente para poder seguir saltando y brillando y poco a poco, lo están perdiendo todo porque están empezando a aceptar que ya no estás aquí y quizás que nunca has llegado a estar.

Es duro saber que lo que tú sientes por alguien no es recíproco o que si lo es, ese alguien no luche por ti. Sin embargo tú, pierdes todo el rato pensando en esa persona y agotando todas tus fuerzas hasta caer e incluso no tener ganas de levantarte. Menos mal que conforme pasa el tiempo, uno aprende a restablecerse pronto, pero las hormonas no ayudan porque ellas no se enteran que ya hemos aprendido, ellas, ellas van a su puto libre albedrío.

Gracias por olvidarte de mí, así sólo soy yo la queda recordando todo, y me da igual quién venga después, me da igual...lo único que no me da igual es haber encontrado a alguien con quien estaba tan a gusto y de un soplido te hayas marchado haciendo bomba de humo.

Márchate, aléjate, pero quédate cerca de mí. No sé qué paso contigo pero fue distinto, supongo que eso es lo más me gusto. No fue nada más que algo distinto pero las hormonas me hacen pensar muchas más cosas.