martes, 19 de febrero de 2013

muero sin haber nacido

 He muerto sin haber nacido y soy un viejo con piel tersa. Mis arrugas están en mis emociones, decaídas, apagadas, casi fundidas. Como si la luz se hubiera vuelto negra, con destellos grisáceos y mis gafas sin cristales me taparan esta luz opaca. 

 He muerto sin haber nacido y mi vida es inane, tanto que me muevo quieta y no siento mis pulsaciones, ni debajo de un espumoso baño de agua donde te sumerges y oyes todos tus latidos, tus voces y sobre todo tus silencios.

 La inexistencia es lo que queda vivo en mí. 

 Mi vejez aterrizó con demasiada rapidez haciendo sombra a la música de Satie que terminó siendo su compañera más fiel. A veces uno no comprende porqué estas sensaciones invaden el corazón o más bien la mente de uno y hacen tanta huella que consiguen perforar el cerebro hasta el talón del pie derecho, o el izquierdo, qué más da. La sensación es la de ser una infame marioneta manejada por don Nadie. Es como estar quieta y ver todo pasar, ver a todos pasar y lo peor, ver tu vida pasar sin saber qué significa vida cuando encima estás en ella.

 Cómo tenemos la parsimonia de no saber nada y quedarnos inmóviles ante esto. 

...

 Ya sé por qué, porque sino, mueres en vida poco a poco como estoy haciendo. Se me va apagando mi luz y quiero volver a ELLA y a la vez quiero que me deje en paz. Aunque sea yo la que tiene que aceptar que he de ser yo la que la deje en paz y así nacer sin antes haber muerto. 

martes, 22 de enero de 2013

despójate de mí

 Llevo cuatro días pensando en ELLA.

 Me atosiga el perderme en su realidad y en mis ficciones sobre ELLA, porque su insustancialidad recobra vida dentro de mí y me destroza brutalmente. ELLA no está a mi lado, a veces es mejor, pero de vez en cuando la echo de menos y deseo que me recoja y descansemos juntas. Su mirada me penetra tanto que me desequilibra y me hace de vez en cuando perder el rumbo. ELLA ha sido compañera de otras muchas personas y se que hace mucho daño pero inconscientemente deseo tumbarme a su lado y no moverme más. 

 Que el aliento no exista, que su figura no me deje sola y me acompañe para siempre. 

 Sé que si de repente me hace una casi visita, no la querré para nunca más, pero es tanta la necesidad de tenerla a mi lado a veces, que mi balanza se debilita y se cae en picado. Cayendo tanto que alcance lo que quiero y no quiero a la vez. Sé que mañana me volveré a olvidar de ti, lo sé, pero hoy te quedas pisando mi pensamiento con mucha fuerza, tanta,  que llegas hasta a hacer daño.

 Hazme el favor, no seas la media tinta, no seas la lluvia sucia que no termina de caer, si vienes quédate conmigo, si no, la visita házmela dentro de muchos años y así yo pueda  aprenda a vivir...