viernes, 26 de mayo de 2017

Menú de mierda

Querida dependencia:

No sabía que estabas en mí
No sabía que habitabas en mi ser
No sentía que pudieras tocarme otra vez

Y es que he decidido estar sola
No quiero ver a nadie
Ni tocar a nadie
Que nadie me mire
Que nadie me suspire
Pero sobre todo que nadie me acaricie 
porque es mentira

 Estaba enclaustrada y dejé de estarlo porque una nueva etapa sola, era más importante que una nueva etapa compartiendo la mía nueva también. Me sentí sola, era un vacío indecible el que sentía pero no sabía ponerle palabras, era demasiado joven, demasiado todo pero siempre he sentido que soy demasiada nada. 

 Después vinieron nuevos amigos, nuevas historias, y yo me volvía intransigente porque no quería creerme nada. Era un borrego más de la manada porque al menos ansí podía sentirme que caminaba a un son parecido al de los demás. Mi cabeza andaba en otros tiempo, pero mi cuerpo y mi edad hablaban de otros años, más jóvenes y más fiesteros. Mi cabeza, empezaba a atormentarse, y volverse oscura, no sabía qué era eso. Pero de repente te conocí a ti, y sigues estando en mi vida, pero pasé una viaje parecido al de siempre, pero con algo distinto...Nos necesitábamos pero después vinieron las distancias, para mí las frustraciones de la soledad y el criticar a los demás a través de mí, siempre siendo yo la culpable.

 Mi gente me decía que era especial, y siempre me dio rabia porque si lo era tanto porque no me ha valido nunca para tener a alguien para siempre. En lo externo, en lo social, puede que encaje esa descripción de mierda, pero realmente me importa lo más mínimo esos pequeños aferramientos de una palabra original hacia mi persona tan moral. Y digo eso porque soy demasiado fiel, a las normas, a hacer el bien, a rendirme ante los pies de los demás, y mi máscara sustenta todo eso con bordería y mierda y lo único que quería era encontrar a alguien a quien llamar cada vez que quisiera y desahogarme, tomar unas birras, solucionar el mundo, ser sincera de cómo me sentía y apartar mi máscara por un momento. 

 Después me di cuenta contigo, otro tú distinto, que te machaqué para no machacar a mis supuestas reglas morales sobre cómo una niña ya adolescente debía vivir la vida.

 Luego y de nuevo otros estudios. Me fui de casa y a todas las alfombras de hogares que había pisado, se habían esfumado, ya no había ni un mísero plato de macarrones con quien compartir, porque cuando volvía tampoco me dejaba hacer cosas. Me di cuenta de que quería aprender a estar sola y a disfrutarlo, porque realmente lo estaba y no lo disfrutaba. Empecé a beber sola, ir al cine sola, tener secretos para mí, y todo apuntaba a que me gustaba. Pero a la vez no paraba de hacer amigos y alguno que otro se convirtió en lo de siempre, yo haría todo por y para él o ella. Pero los demás, y bien que hacían primero mirarían por sí y ya si eso después por mí. Pero es que yo siempre tuve un instinto raro, quizás por eso siempre me dicen que me parezco a una madre, y no es que diga que las madres deban de ser así, ni mucho menos, pero yo dejaba mi alma en casa para cuidar a los demás(esa mierda de pensamiento tan aferrada  nuestra cabeza). Y fue ahí donde empecé a encontrar gusto por hombres de buen corazón pero de alma perdida. De almas oscuras y de vidas rotas por sus circunstancias. De alguna manera yo creo que me sentía superheroína, volcando todas mis fuerzas en gente, en amigos, salvando sus vidas y así olvidando la mía. 

 Quizás mi problema fue que en algún momento de mi vida sobrepasé la línea y sí que me creí especial, si que me sentí que tenía algo que ofrecer al mundo, pero nunca pensé que tenía que ofrecérmelo a mí. Un ego altivo pero a la vez afincado en el suelo, en la tierra, en la mierda. Y es que conforme más me acercaba a la gente, más sola me sentía pero menos cosas sola podía hacer, así y viceversa también. Amigos que por cualquier cosa, no realmente por seguir sus vidas me dejaban de alguna manera de lado y es que aunque yo siguiese mi camino siempre buscaba la manera, aunque fuera dejando cosas atrás, la manera para tenerlos cuidados como siempre. Quizás buscaba a alguien que me salvase, qué mierda. Alguien que salvase. Por el camino encontré algún salvador, pero los superhéroes tienen fechas de caducidad, y sus poderes, tal y como los yogures se ponen malos. Y no me daba cuenta que no podía pensar que mis amigos ni la gente que me rodease pudieran ser mis amigos. Y es que quizás todo esto empezó cuando me di cuenta que la vida no es como me la pintaban cuando chica, que todo es una mierda y que lo que sufrí en el cole era un reflejo de más mierda, aunque siempre sentí que era necesario para mi persona, de alguna manera lo merecía. Ya no pienso así, pero en vez de afincarme en la mierda decidí convertirme en superheroína, para salvar a los demás, y nunca a mí. Prefería nadar sola ante las olas del mar, pero a la vez deseaba tener un rescate, aunque viniese de ti. Pasó el tiempo y por fin llego a donde quería llegar...Parecía que había aprendido a no tener relaciones de amistad como las pensaba. Sí mucha gente, pero ya tengo suficiente de verdad, y la de verdad ya no espero nada de ellos, porque a la gente a la que quiero, insoportablemente la veo como pequeños monstruos, pero los acepto como tal. 

 Y luego llegaste tú, yo tan afincada en mi intento de liberación, pensando, porque siempre he estado sola, que me gustaba la independencia, llegas tú y te pones a jugar al juego de atarme en los lazos de la amistad y sobre de todo de mi infancia. Vuelvo a ser una niña, pero sigo teniendo el corazón roto. Porque has seguido volando, tal y como hay que hacer, pero se te ha olvidado tan pronto  el nosotros y a mí me has vuelto a dejar con un vacío indecible. 

 Y luego tú. A mí que ya no me ponía nadie, que no me gustaba nadie, que no necesitaba a alguien va y empieza a atraerme un tío. Y qué mierda, he decidido pasar de esta mierda porque no me sirve de nada, ya se el final que tiene, si es que tiene algún principio y sólo quiero serme fiel a mí, y a nadie más. Quizás, si fuera creyente y religiosa ahora sería el mejor momento para ser monja, pero de clausura. Ajena a todas las mierdas, y aferrada a una mentira que tiene una difícil estructura de echar por tierra. Pienso en ti y me siento ilusionada y a la vez entristecida porque estoy muy cansada. Me siento en continuo decaimiento y no puedo hablarlo con nadie. Porque no me parece correcta la respuesta ante este estímulo que yo siento. Cuando alguien me cuenta algo, me lo tomo como mi problema. Mal por mí, y ahora espero que alguien se preocupe del mismo modo conmigo. Eso es mentira, porque si alguien se acercase a mí de esa forma le sacaría mis zarpas de gata y le maullaría ariscamente como sólo ellas saben hacerlo. Y por eso quizás, además de mi alergia los odie. Porque quizás soy más gata de lo que pienso. Y es que tengo miedo de sacar lo que llevo oculto tanto tiempo, porque me da miedo. 

 De repente ser celosa, de repente ser envidiosa, de repente poner zancadillas, besar muertos, follar con animales y rezar credos. Y vuelvo a mi infancia y a mi adolescencia, porque vuelvo a escribir vomitando, tan mal como siempre lo he hecho.


Un saludo con mierda,

Sophie.

domingo, 7 de mayo de 2017

tú y tu olor a mar

quisimos ser víctimas y verdugos
tú y yo
tu olor a mar
mi recompensa más grata
mi suciedad más nata
mi decisión más ligera
menos pesada
tu olor a mar
mi pueril imagen
mi cuchillo ensorbecido por tus olas
mi enclaustre muerto por las palabras
y otra vez
tu olor a mar
tu océano enmudecido
tu olor a mar
y mi uña empestillada en la victoria 
de tus arrugas
de tus manos
que se acercaban a mí 
que me tocaban a mí
que respiraban años
que miraban dentro
y que cosían miedos
tu olor a mar

lunes, 24 de abril de 2017

almost blue.

quiero cortarme la cabeza
que el cerebro se convierta en whisky
que tu nariz torcida se entrometa
que tus años recaigan sobre los míos

quiero despellejarme entera
que mis neuronas bailen casi azul
que Chet Baker me cante una nana
que tu tompreta me adormezca

quiero sacarme los glóbulos de mis ojos
que las pupilas rezumen lejía
que blandan mis entrañas
que centrifuguen tus patadas

quiero amputarme el alma
que los requiebros sean miradas
que los hoyuelos sean destierros
que la arena se entrometa en los ecos

quiero partirme las uñas
que la mierda sobresalga de mis senos
que las arrugas sean pacifistas
que la celulitis salga en el vómito

quiero cortarme el sexo
que mis religiones sean mis sábanas
que mis pensamientos sean mis cansadas lágrimas
que mis deseos estén muertos

quiero
quiero
quiero
quiero dibujarte un pulmón
que sobresalga de mi vagina
que atormente a todas las vecinas
que derrame sangre, alveolos y humo

mucho humo que entorpezca la comunicación
entre tú y yo
entre tu soberbia y la mía
entre tus recuerdos y mis futuros
entre mis saudades y tus pinceladas
entre Kafka y Dostoievski

quiero 
pero no puedo.
stay.

martes, 21 de marzo de 2017

Despertar del "yoísmo"

Tú y yo estábamos en Chile.
Estábamos en Chile tú yo.
Quisimos encontrar esa "H" que nos faltaba en nuestra ecuación.
Un binomio irrecuperable.
Un dos en uno inexistente.
De repente en el cielo ya muertos por primera vez
Estábamos tú y yo
Tu y yo estábamos.
Decidí algo, y lo hice.
Te acuchillé y disfruté de la caída de tu sangre de un rojo recién nacido
Sobre la blanquecina nube que lloraba porque estaba asustada.
Seguíamos estando
Tú muerto por segunda vez
Y yo como primeriza corriéndome en tu cara
Haciendo un collage con tu cuerpo
un cuerpo descuartizado por mí
para hacerte realmente como yo te hubiera querido
Ahora todo apuntaba a mí
La nube seguía llorando
y Tu sangre seguía derramándose
me enmadurnaba en ella y me rozaba el clítoris
alcanzando un sexo único
individual con tu segunda muerte en mis narces.
¡qué mierda, me dije!
Y empecé a mutilarme
todo seguía apuntando a mí
y mientras las nubes despertaban de un nuevo amanecer.
Muertos todo era más sencillo.
Y esa "H" nunca apareció
"h" de hacer, "h" de halo, "h" de cómeme el coño y muere al quedarte sin respiración.
Ahora mi "v" no necesita compañía
sólo me necesita a mí.
y ahora estábamos yo y yo
yo y yo seguimos estando.

domingo, 8 de enero de 2017

des

Me había planteado empezar hablando de todos los propósitos cumplidos este año
Me había planteado hablar de todas las cosas alcanzadas este año
Me había planteado pensar hacer balance de lo conseguido en este año
Me había planteado resolver los errores de este año
Me había planteado compartir conmigo mi verdad sobre este año
Me había planteado tantas cosas sobre este año pasado...
que más que ocuparme estaba ya preocupándome de las cosas
no alcanzadas
no conseguidas
no bebidas
no sentidas
no realizadas
no vomitadas
no tocadas
no vividas
y es entonces cuando me planteo que este año
que este año
que este año
quiero plantearme nada
quiero canalizar todo lo que venga
convertirlo en vida
quiero que este sea un año de des-propósitos
porque hablemos claro.

¿Es normal que la juventud de hoy viva vacía, sienta un pozo negro del que no se sabe salir?
Cuál es la esperanza con la que sobrevivir
Porqué existe este halo de mierda entre todos nosotros.
Porqué parece que andamos como fantasmas
Porqué andamos como muertos vivientes
Porqué nuestras conversaciones se reducen a hablar
 sobre todo aquello a lo que no hemos llegado
 sobre todo aquello que no hemos atrapado
o
 logrado
..
todo aquello que nos provoca una triste miseria llena de inconformismo por tenerlo todo
por tener todo de la nada
por tener nada de lo todo


Decidme que es normal que con los despropósitos de año nuevo la apatía generalizada siga viviendo y soplando los cuerpos nuestros. . Es una mentira la que sentimos estar viviendo y teniendo y tan pueriles y venenosos sentimos que ese vacío nos quema dentro. Y cómo des-quitarnos de esto. Tan jóvenes y tan vendidos al devenir de nuestros ancestros (que seguramente vivieron lo mismo que nosotros, ellos desde el conformismo, nosotros desde el inconformismo...) pero ahora con chips y con distintos requiebros.

Di sí al no
di sí al sí
di en vez de no decir
y suprime el no de cada frase

y besemos
y destrocemos
y soñemos
y cumplamos
y muramos
y resucitemos
y emprendamos
y caeremos
en un sinfín de venenos
y tormentos
que se aclaran
según la gafa
según la mirada
y es que...y es que no puedo
pero sí porque no esperas nada
pero sí porque esperas nada
y ha muerto
y se ha ido
y ya no hay ningún tipo de recoveco
y ronroneemos
y rumiemos
sobre todos los suspiros que llegan al eco
de nuestros versos

y por qué no muramos tantas veces
como vivamos viviendo..