lunes, 15 de marzo de 2021

a d r

 Si te pensare más de lo que ya hago, no sé qué me dirías

Pero me da igual, no te preguntaré, ni volveré a verte ni a rozar tus rizos contra mi pecho

Ni volveré a olerte aunque tenga tu jersey despierto

Ni volveré a fumarte cada humo de tu cuerpo

Ni tu mirada, blandiendo entrañas, despellejando verdades y huyendo a casa, me volverá a acariciar la vida por un instante

Las horas y vidas que sin embargo he sido capaz de inventarme contigo son bellísimas e inexistentes

irreales e inalcanzables. Lo siento, pero lo siento por mí.

Viva estuve por unos instantes, después de una pequeña muerte que aletargaba mis constantes

y eso sirve para tranquilizar mi imaginario, mis deseos y saudades.


miércoles, 9 de diciembre de 2020

Boato II












Everything and nothing
Y rompiste todas mis piedras
Y cantaste a un halcón de tierra
Y volaste por orificios tristes
Y susurraste todas mis narices
Y explotaste mis entrañas
Y rompiste cada tecla, cada alma
Y fuiste sereno por un día
Y fuiste sincero por toda una vida
Arrugas enclaustradas en tu dermis
Pestañas colgadas de frente
Piernas colgadas de tus senos
Señor de aire que vuela lejos
Y tu mano ensombrecida
por la ausencia
por la mierda
por las nubes
por la bruma
Por la necesidad de encogerte cada vez que huyes
Y te vas
Y no respiras jamás
Y mueres todos los días
Y descansas en otras vidas
Y tus manos amplias
Suaves
Trabajadas
Como un hogar
Dónde sentirme tocada
Como un precipicio del que no se nada
Y es que nada
Y es que todo
Y te volviste a ir
Y te volviste a quedar
Nunca llegaste a existir
Nunca llegaste a volar
Y yo, quise aterrizar en ti
Quise picotear tu cuerpo un poco más
Quise destrozar tu sangre un poco más
Y quise mucho
Y volviste a llegar
Y a irte
Y hablo en tiempos verbales
Que distan de mi realidad ensordecida
Por tu siempre nariz torcida.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Gimnasio de una rodilla

A veces me siento así
como un esfínter
como un muñeco roto

Las nubes se convirtieron en nubes
Un foco que se deshacía
Unas luciérnagas desnudas
Parecía una fiesta de pueblo
Pero excitados entre algodones
Rezábamos a cada uno de los rincones
de nuestros rincones
Un músculo en ruinas
Y una espalda de triple reflejo
Recuerdos de anticipos
Verdades entre ladrillos
Y una madre en un castillo
Ella reina 
y yo peón
Vestidos de un desnudo
Corridas de un sillón
Uñas de un salón
Y soledades entre mentiras
televisores y visas

 

lunes, 2 de noviembre de 2020

No quiero ni morir

 


Hincaré un cuchillo en tu hambre y me regocijaré en tu sed voraz por devorar..

Llevo seis meses sin escribirte
Como cinco más uno
Como veinte más seis
Siento la penitencia
Pero ahora
 como animal salvaje
Te digo que te amo
Tenía miedo a hablar en luz
Y no en negro 
Y aquí estoy
Con amor me hablo
Con respeto me voy queriendo
Y decido estar al borde del precipicio 
Y decido rezar cuatro siglos
Para gritarme que estoy viva
Que mañana muero
Pero que hoy el hielo me da frío 
Las nubes vértigo
El sol fuego
Y la tierra raíces

viernes, 16 de octubre de 2020

Hec y Fel, sueños de una noche anunciada.


 Esta es la carta que nunca te envié. Esta es la nota de audio que nunca escuchaste, esta es la paloma mensajera que nunca te llegó y estas son las palabras que nunca tuve el valor de cantarte.
 
 Estas son las palabras que nunca te tatuaste e incluso estas son las letras que nunca vomitaste, y que yo tampoco he podido. 
Me se el remitente pero no se si la nota es aguda o grave, no sé si los dedos se colocan en la izquierda del teclado o en la derecha, tampoco se cómo saben ni como lo haces tú.
 
 A veces te recuerdo en el bosque más lejano y oscuro de toda la montaña, quieto, mirando hacia abajo, abrigado y con la bufanda que  recorría tu cuello y parte de tus labios. 
 
 Te recuerdo queriendo tener la guitarra en la mano pero tarareando una melodía gallega que a mí me parecía germana. También te recuerdo muerto entre los arbustos, desnudo y recién aseado. Con una pulcritud que ningún cuerpo jamás había visto, como si fueras un dibujo, una línea en la atmósfera verde y ocre que nos rodeaba. De cualquier manera cuanto más me acercaba a ti, más lejos me parecía que estabas y yo me iba derritiendo poco a poco hasta convertirme en una gota que en este lugar tan frío se evaporaría a las horas. Yo perecía a lo largo del matorral y tus susurros se desvanecían en mis oídos como un atardecer en las playas de Faro. Portugal donde ahora reside mi alma y la tuya. Quizás Madrid e incluso Berlín. 
 
 Tu querías dejarte marchar, yo quería dejarte largar pero siempre, desde lo lejos te volvía a encontrar y sentía que mi polo negativo tenía una extraña fuerza que se acercaba hacia el tuyo, positivo o negativo. 
 No sé si era martes, o jueves.
 

jueves, 15 de octubre de 2020

Es raro el espacio de descanso que tenemos ahora
Es raro el silencio que se oye ahora
Es raro el lugar del hogar ahora
Es raro que todo esto no sea una película
que la ficción en este caso, no supere la realidad
Es raro saber que ya antes la gente moría
Es raro saber que ahora también mueren 
Es raro saber que la vida nos lleva a la muerte
Es raro que tú no me leas ayer pero que en el ahora esperes que mis letras se mezclen con la e

Ahora son mis letras las que se mezclan con las tuyas
Ahora mis sueños fervientes realzan mis noches
Ahora mis recuerdos son efímeros
Ahora el futuro es dentro de un par de meses

Ojalá que este desierto que llevas tiempo viviendo se convierta en océanos bravos y azulados
Ojalá

Es raro que en el espacio no haya gravedad y aquí parezca que sobre
Me gustaría poder volar hacia otro lugar
No sólo cerrando los ojos 
Ni oyendo tus notas cantar




lunes, 12 de noviembre de 2018

semillas amarillas, semillas rotas de nuevo.

Naceré seis veces
Y ahora en mi quinta vida vuelvo a ser Hécuba
El sueño de una mujer rota que salva,
Canta nanas
Y abraza de manera sempiterna y materna.
He aplastado tantas cabezas de gigantes,
luchado contra cuerpos inertes,
y blandido mis almas a los vientos
tantas veces que ya no te siento,
ni te padezco
ni te ocupo
ni te muerdo.
He hincado tantos pescuezos
a mis cachorros
a mis ya relatos muertos
que ya no me da miedo el invierno,
el enero,
el frío,
el vacío inmenso,
el colchón,
tus huecos
nuestro eco.
He sido Hécuba una y otra vez
y el sexo, mi órgano más querido
más tocado
y más aullado en este momento
respira caballos muriendo.
Y es que mi aliento 
Y es que mi piel
Y es que mis uñas
Y es que mi hiel
ya no viven en mi cuerpo
porque sólo vomito rezos,
whiskys y senos.