Quiero mirarte a los ojos
y sentir que nuestras almas están unidas por un solo corazón,
dividido en dos,
el tuyo y el mío.
Cogidos de la mano,
forjando nuestro camino,
alentados por una pasón,
y por esa cosa que llaman amor.
Y al escucharte,
introducirme en tu mente
y desear con tu virtud, lo que deseo vehemente.
Relajarme
y sentir tu piel con la mía,
jugueteando y haciéndose caricias.
Hasta llegar al ardiente fuego de nuestra necesidad,
de ser uno y
nada más.