Todos los días lo mismo. ¡Un atisbo de cambio! ¡Ah, no! Es lo mismo de siempre, el mismo trato, el mismo sentimiento. Intento buscar explicaciones y doy argumentos bastante plausibles que me hacen entender por momentos el por qué de las cosas. Al rato, me doy cuenta que lo único que he hecho ha sido convencerme de lo mismo. Ya está.
El problema es la necesidad, que crea la causa.
Y otra vez esperaré a que tenga el día libre, a que dedique esos instantes de su vida, mientras yo me creo que es su vida entera. Me convenzo de que no la quiero entera, pero cuando no tienes ni un pedazo te convences de que el problema es no tenerla entera. Es un bucle infinito del que no consigo salir, y no hay tecla que exista para sacarme de ahí, lo único que hay es una especie de ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario