no sé por qué, tu llegada al mundo fue así..

Mi nombre es Sophie, tengo quince años y estoy embarazada.

Supe desde el  primer momento que  le vi la cara  que él sería mío. Creo que me equivoqué. Decidí dar demasiado a una persona que ni en estos momentos está a mi lado para apoyarme y ayudarme a tomar un decisión. 

Ya no sé si lo que me importa es tenerlo o no o si es simplemente cuestión de mí misma, de afrontar mis errores, y seguir hacia adelante. 

He necesitado un óvulo fecundado para darme cuenta de lo importante que es, aunque yo creyese q a mí no me pasaría, el uso del preservativo. Y mira que me habían avisado...

Me dejé llever tanto que ni si quiera escuché la voz de la razón, sólo oía, que ni con atención , la pasión, y el erotismo de aquel chico del cual me había enamorado perdidamente.

Su mirada, su manera de hablar, su manera de tocarme me embelesó por completo, pero sólamente con su sonrisa ya me había dejado cautivada. No sé qué me hizo descontrolarme tanto cuando siempre había sido la típica niña que no se salía de la línes que todos debían de seguir y recorrer. Sin salirse del dibujo cómo decíamos cuando éramos pequeños.

Pero algo entró por dentro que me cambió la vida por completo. Ahora me doy cuenta, sólo era la necesidad de un cariño protector, no debía hacerle caso, pero es que era tan perfecto. Ya decía mi abuelo que la perfección no existía, y creo que lleva razón. 

Ahora miro hacia abajo y veo mi barriguita tan linda, tal como mi tita hubiese querido tenerla, y yo por imbécil e irresponsable la tengo sin quererla tener. La vida es muy peligrosa, no desees mucho una cosa porque..¡zas! el tiro te saldrá por la culata. Tenía tantas ganas de querelo que me daba igual todo, para mí era amor aquello que hacíamos, para él era un polvo más de todas con las que se acostaba.

En fin he aprendido a base de ser una cría e intentar actuar como alguien con experiencia, y precaución.

Mi hija se llamará inocencia, quizás eso os pueda hacer entender  algo más de mí. Ya me he acostumbrado a q me acompae todos los días, y está empezando a gustarme. No tengo remedio, ya no hay escapatoria la semana que viene doy a luz.