Su vida se había convertido en una rutina cansada, aburrida e incluso deprimente.
Ella era un persona establemente inestable, y eso era lo único que hacía que en su vida hubiese un poco de emoción. A veces reía y en otros momentos creaba un oceano tan inmenso que sus ojos se sentían dolidos de echar todas las lágrimas que en su cuerpo existían. De vez en cuando ella escribía en su diario, decía sentirse como un plato de cocido. Siempre los mismos ingredientes, un plato bastante tradicional en el lugar que ella vivía.. A veces alguien innovaba y completaba añadiendo un ingrediente nuevo, pero siempre lo mismo, era tan intemporal, que viviese el momento que viviese, todos los días serían iguales.
Algo cambió su visión. Alguien le abrió los ojos. Ese alguien, aunque ella misma no lo quisera aceptar era ella, era yo.
Así que se puso manos a la obra y decidió reflexionar, que no rayarse, para ir poco a poco, aceptando su vida. Las cosas que le perjudicaban. Las cosas que hacían de su vida una línea recta sin curvas.
De vez en cuando los cambios vienen muy bien.
Por ello todos los días se proponía una pequeña meta. Una meta que ella pensaba que podía ser alcanzable. Ya que según ella, con pequeñas cosas se pueden llegar a lo más alto, a tu cima. No era tan fácil como ella creía, pero sin que los demás se diesen cuenta atendía a cada gesto, a cada comportamiento de los demás que podrían ayudarla. ¡Y adelante!
Con eso consiguió todos los días sentirse un poco orgullosa de sí misma. Cuando no conseguía algo se decía, mañana y si no, al otro. Y decidió algo importante, hacia atrás, ni para coger impulso. Ahora, era una especie de nacimiento interior. Para qué negarlo, de vez en cuando se pasaba de la raya, y se lo creía tanto que se hacía una armadura para no hacerse daño.
Quizás no todo sea creérselo.
Pero yo, quiero decir, ella, empezó a tener cambios. Ahora en su diario no se compararía con un tradiconal plato de garbanzos, sino con algo exótico, fuese lo que fuese.
Hay que adaptarse a todo, ¿no?
Adiós principios, hola placeres.
atte: mis emociones
talk to me softly
Mujer, aquí estoy yo, leyéndote.
ResponderEliminarEspero que no dejes de escribir porque todos guardamos algo en nuestro interior, y a veces, necesita ser plasmado. Es un placer tenerte por estos lares mi anitika guapa.
Muac!
pd: muy tuyas todas esas frases, yo he aprendido y crecido con varias.
ResponderEliminarEres tan capaz de todo eso y mil cosas más.. yo lo sé. Tus pequeñas metas las cumples sin darte cuenta, o dándote, no lo sé; sólo sé que las alcanzas. Nunca he conocido a nadie que se proponga tantas cosas y alcance bastantes de ellas.
ResponderEliminarMe encanta a mí también tenerte por aquí :)