martes, 18 de enero de 2011

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La vida no es más que un interminable ensayo de una obra que jamás se estrenará.

Amélie, la película

Arrugas misteriosas sobre la frente pálida le hicieron saber que se había hecho mayor, que ya había pasado el tiempo y seguía estancada. Estancada en la tristeza y en el recuerdo de lo que no pasó, en el recuerdo del daño que sufrió. Jamás volvió a dejar que nadie entrase en ella como aquella vez, nunca repitió esa sonrisa llena de bienestar y delicia vital, jamás. Su vida se había convertido en un bucle infinito del cual no podía salir, al no ser que ella quisiera. Pero su problema era que se convencía a sí misma que su vida iba a ser así para los restos y nunca dejó que el sol entrase por su ventana.

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